Soy Ayelen y junto con mis alumnos de 5to año de Educación Primaria, participamos activamente de la feria de Ciencias y Tecnología del distrito de La Plata. Lo que para muchos talvez sea parte de un trabajo más, de una presentación, para nosotros fue una experiencia muy importante y enriquecedora desde muchos aspectos.

La realización de un proyecto de ciencias naturales y su puesta en marcha para la exhibición y participacion en la Feria puede tener diversos significados, quizas para la sociedad es sólo un simple método de estudio, uno más ante un abanico de propuestas que circulan en las redes. Para nosotros en este caso, el verdadero desafío era poder construir juntos un proyecto donde todos juntos aprendieramos y pudieramos transmitir a otros compañaros los contenidos de manera concreta.

Como parte del proyecto mis alumnos tuvieron un arduo trabajo de investigación y de recolección de información, en donde confluyeron experiencias continuas y de vivencias únicas. Aún pienso en esas caras asombradas al salir de la escuela, contándole a sus familias los diferentes experimentos realizados en las clases de Ciencias Naturales.

Las experiencias, basadas en el proyecto “Reflexión y refracción de la luz” tenían un solo objetivo: que los mismos alumnos puedan experimentar con materiales de uso cotidiano y así poder aplicarlos a la teoría y viceversa. Pero no voy a detenerme en el proyecto en sí, sino en las clases mismas, en lo que sucede de las puertas hacia adentro del aula, algo que nadie más, sólo el docente y los alumnos pueden ver y sentir, ya que los aprendizajes de emociones también se tratan.

Realizamos variadas experiencias con materiales concretos, de uso cotidiano. Dos de ellas, muy particulares fueron la de “La refracción de la luz” , la cual solo era poner un lápiz dentro de una copa, y “La descomposición de la luz” cuyos materiales sólo fueron, un prisma y una linterna. Aclaro cuales fueron los materiales que usamos, no solo para la explicación de los mismos, sino tambien para transmiter como con tan poco, o algo muy cotidiano, se pueden realizar perfectamente los experimentos y ver en ellos, ojos grandes y caras de asombro al concluirlas.

Varias frases quedaron grabadas… “la seño hace magia”, “la seño quebró un lápiz con solo una copa y agua”, “seño, del prisma sale un arcoíris”.

A su vez, toda la teoría, estudiada anteriormente, comenzaba a fortalecerse. Ellos mismos pudieron vincularla, lo que me lleva a asegurar como docente que no sirven miles de métodos de estudio, si no hay una dinámica que lo compruebe, que lo acerque a la realidad de nuestros alumnos.

Eso fue lo que ellos se llevaron ese día : conceptos teóricos fortalecidos por experiencias cotidianas. Términos “científicos”, como lo son “reflexión y refracción”, que al fin y al cabo, no son más que rayos de luz que rebotan o que traspasan por los cuerpos, o que hacen “magia” o “quiebran lápices”

REFLEXIÓN:
¨LA ÚNICA PERSONA QUE VIVENCIA LA EDUCACIÓN, EN SU ESTADO MÁS PURO, ES EL DOCENTE, QUIEN SE LLEVA LO MEJOR DE SUS CLASES, EL AGRADECIMIENTO DE SUS ALUMNOS Y LA FORTALEZA DE SEGUIR DESEMPEÑANDOSE EN SU ROL¨.

Autora: Ayelen Mallofre
Maestra de grado – Escuela Primaria nº 63 – La Plata