CALIDAD EDUCATIVA: UNA MIRADA DESDE EL AULA

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Es lo que resulta de la integración de las dimensiones de pertinencia, relevancia, eficacia interna y externa, impacto, suficiencia, eficiencia y equidad. 

Pensar políticas educativas que definan perfiles de formadores docentes deseados y necesarios para que la educación pueda dialogar de manera fluída y en sintonía con las necesidades que plantea la sociedad. El conocimiento es fundamental para la integración global y social de los estudiantes. Pensar como punto de partida para la transformación educativa en los procesos de enseñanza al interior de las instituciones educativas, en coherencia con las formas de aprender, informarse, conocer y comunicarse en el siglo XXl. 

Es necesario hablar con la verdad y entender que, si bien sueldos docentes son tema de agenda de los gremios y gobiernos, no son los temas prioritarios de la educación en la Argentina y no garantizan la mejora ni la inclusión de los niños y jóvenes a las escuelas, temas a tratar y proponer en paritarias. Es necesario poner en agenda y discutir responsabilidad docente, excelencia en su labor en relación a la calidad del servicio público con propuestas innovadoras de certificación de competencias y habilidades docentes. 

Poner énfasis en la calificación docente, planes de estudio, lógica en la designación de los profesionales por especialidad y espacio curricular. Organizar el trabajo docente según horas de clase y cargo, a fin de fortalecer las trayectorias de los estudiantes en las escuelas con mayor presencialidad del docente con cada grupo. 

Pensar en modelos formativos vinculados con las demandas del sector socio productivo, las necesidades de conocimiento y formación de los estudiantes, dando respuesta a sus intereses. Es preciso un cambio de contenidos y determinar cuáles son los saberes significativos para nuestros estudiantes. Imaginar otros escenarios y modelos efectivos de formación docente inicial y continua. La institución escolar pensada como una estructura organizativa, horaria, funcional y curricular. Poner énfasis en la calificación docente, planes de estudio, lógica en la designación de los profesionales por especialidad y espacio curricular. 

Establecer un pacto socio-educativo donde se involucren Gobierno, Asoc. civiles, sistemas educativos. formales y no formales, sindicatos, empresas, docentes y familias en donde todos asuman el compromiso y la responsabilidad para trabajar en post de una Educación de Calidad, con un plan de acción medible y especifico, teniendo en cuenta los bajos resultados de aprendizajes que los estudiantes alcanzan en su escolaridad, como así también los altos índices de fracaso escolar, deserción, repitencia y abandono. 

Es momento de construir acuerdos sólidos entre todos los actores y la progresión de la inversión en educación independientemente de las contingencias políticas, cambios de gobierno y crecimiento económico, que permitan blindar políticas educativas a largo plazo. 

Con educación de calidad podemos pensar en una sociedad desarrollada, un ser humano que crece en su identidad, con proyecto de vida, en condiciones propicias con valores como persona integral. De lo contrario, seguiremos anclados en el subdesarrollo, la desigualdad y la exclusión. 

La calidad educativa es una construcción colectiva de saberes socialmente relevantes, que potencia el crecimiento personal y profesional, capacidad productiva, creatividad y confianza. 

A partir del análisis de situación es necesario establecer políticas de acción para la mejora Educativa. Pensar a las escuelas como organizaciones que aprenden y enseñan, propiciando que los alumnos quieran y necesiten estar en ellas, habitarlas con deseos y sueños por cumplir, de la mano de los docentes.