¿Cómo va a estar el Clima?

Es la pregunta que nos formulamos un millón de veces antes de confirmar el
destino de nuestros viajes, la fecha, nuestros recorridos y aquellos paseos que
podremos o no realizar, siempre que el clima nos lo permita o nos lo niegue.
Aquella playa soñada, que promete dejarnos disfrutar de siete noches en el
paraíso, puede rápidamente convertirse en el peor de los calvarios: ¿No sabías
que en esa playa ahora es época de huracanes?
Tal o cual lugar tiene un clima malísimo; mejor a este otro lado que en sí, no vale
mucho, pero tiene un clima bárbaro todo el año… ¿Qué me llevo? -no tengo claro
cómo va a estar el clima, filtro solar 50, piloto, paraguas, mucha ropa, poca ropa,
sombrilla mucho abrigo, algo liviano, mejor lana, un par de remeras, ¿es
demasiado o me faltará algo?
¿A ver cómo va a estar el clima? A la velocidad de las aplicaciones de mi teléfono
veo subir y bajar un grado, veo la nubecita cambiar a nubecita con sol, cierro la
app. Abro la App: la nubecita con sol, ahora es nubecita con gota, la cierro…por
ahora.
El cómo percibimos el clima determina muchas de las decisiones que tomamos.
En nuestros ámbitos educativos “el clima” se refiere a aquellas representaciones
que decidimos poner en la valija que llevaremos para encarar ese clima hostil o
amable sobre el que nuestro pronosticador interno no puede evitar advertirnos. En
ocasiones nos sucede que llevamos representaciones de menos y nos quedamos
desnudos sin poder afrontar el clima imperante, y en otras nos sucede que
ponemos demasiadas representaciones de gran peso y debemos pagar exceso de
equipaje en el propio cuerpo con respecto a las relaciones que sostenemos con
los alumnos y demás integrantes de la institución.
Desde el marco Normativo sabemos que: “El clima escolar de una institución se
compone por la sumatoria de las percepciones de las relaciones interpersonales
que se entablan entre los sujetos en el contexto escolar (tanto a nivel aula como a
nivel escuela)” 1
Invitados a hacer este viaje juntos, se solicitó a un grupo de docentes que
“armaran su valija¨ y relataran de forma escrita que ideas y las representaciones

que tenía cada uno de ellos sobre este concepto de clima escolar. Cual inspector
de aduanas pasemos por el escáner narrativo y veamos:

  • “Hacer que los distintos actores de la escuela impulsen un mejoramiento de los
    vínculos y las relaciones interpersonales, hacer de la escuela un lugar agradable
    en el que den ganas de estar.”
  • “Generar un bienestar, desarrollando una serie de capacidades emocionales, el
    autoconocimiento, la autopercepción y regulación de las emociones.”
  • “Cooperación, tolerancia y respeto para trabajar a gusto.”
  • “Brindar herramientas para colaborar entre sí, ante situaciones problemáticas.”
  • “Construcción permanente del bienestar, valorando a cada persona y el rol que
    desempeña cada uno dentro de un equipo de trabajo armonioso.”
    En realidad, y a manera de síntesis de lo anteriormente expuesto, el clima escolar
    es una definición que hace alusión a la subjetividad, y al cómo cada uno se siente
    en el ambiente en el que participa dentro del ámbito escolar.
    Es importante, entonces, que los docentes se sientan a gusto, que los alumnos se
    sientan a gusto y puedan desarrollar el apego por la escuela en función de cómo
    se sienten tratados.
    La gran diferencia con la metáfora que veníamos usando sobre los viajes,
    respecto al clima escolar tenemos una maravillosa posibilidad que la naturaleza no
    nos brinda: poder mejorarlo.
    Es necesario hablar de los problemas dentro del aula y no ocultarlos; gestionar la
    confianza para poder tener una hipótesis positiva sobre la conducta de los otros.
    Desarrollar el capital simbólico de la escuela: nuestra misión en el contexto en el
    que estamos, tratar de que todos entiendan que el trabajo en equipo tiene una
    gran trascendencia para esa misión que tenemos como escuela.
    Que todos pensemos cuál es nuestra meta de trabajo, que nos vinculemos
    profesionalmente que seamos colegas responsables frente a una tarea y llegar a
    acuerdos por el bien de todos.
    El clima escolar se conforma de muchos pequeños gestos, gestos que están al
    alcance de todos y son responsabilidad de todos.

Emilio Tomadoni – Lic. Y Prof. De Psicología.