Es de público conocimiento que la práctica de cualquier deporte o actividad física es esencial para todas las personas de cualquier edad. La educación física, en las instituciones educativas, forma una parte integral de la constitución y formación de los estudiantes.
“Mens sāna in corpore sānō” (“Mente sana, cuerpo sano” cita latina que proviene de las Sátiras de Juvenal); Esta frase de hace siglos, hace hincapié en la importancia del equilibrio entre la mente y el cuerpo. Desde entonces se sabe que así como se educa la mente (con el aprendizaje de contenidos) también se debe cuidar el cuerpo y la alimentación para poseer una salud y bienestar integral.
Los estudiantes tienen el derecho de poseer la seguridad de una educación completa, que involucre los aprendizajes tradicionales como la matemática y lengua hasta las artes y la educación física.
Según el Diseño Curricular de la Educación Primaria, la educación física “…es concebida como práctica social que se manifiesta en diferentes actividades motrices propias de la cultura y como disciplina pedagógica en el ámbito educativo”.
La corporeidad y motricidad de los estudiantes, la práctica de la gimnasia y actividades atléticas, forma una parte esencial del aprendizaje de nuestros estudiantes.
Unas de las finales de la educación física es la del aprendizaje de contenidos específicos a través de distintas practicas: recreativas, juegos (ludomotrices), trabajo en equipo, entre otras actividades.
Nuestros niños no solo aprender los contenidos necesarios para una práctica deportiva segura y una vida saludable, sino que también aprenden a sociabilizar con el deporte.
Estas imagines explicitan lo que venimos describiendo. La apropiación de los contenidos llega a través de la secuenciación de un juego subdivido en partes: la fila y respeto por los turnos, los límites de los conos para moverse, los aros en el piso (ya sea para saltar o alternan en zigzag) o el objetivo final de encestar la pelota en el aro. Esta práctica manifiesta los contenidos específicos de la educación física como la utilización de habilidades básicas y combinadas que van incrementando paulatinamente la dificultad o reconocimiento de nociones espaciales o temporales.
La educación física en las escuelas debe “Favorecer la asunción de actitudes de responsabilidad, solidaridad, respeto y cuidado de sí mismo y de los otros, como sujetos de derecho, en actividades motrices compartidas, que posibiliten la resolución de conflictos cotidianos, la convivencia democrática y la construcción de ciudadanía”; por lo tanto, es además un aprendizaje motor saludable y placentero; ya que la educación física bien realizada hace a la salud y al bienestar de los estudiantes.
Javier F.
Juan Pablo A.
Bibliografía: Diseño Curricular para la Educación Primaria. DGCyE.
