Disrupción significa interrumpir súbitamente algo. Con esta definición podríamos decir que Argentina sabe de qué se trata la educación disruptiva, pues la de nuestros niños y jóvenes ha sido interrumpida bruscamente con la pandemia que, poco a poco, vamos superando… Pero lejos está de esta definición la de educación disruptiva propiamente dicha. 

La presencialidad plena, a partir de este ciclo escolar 2022, nos enfrenta nuevamente con situaciones poco agradables en las aulas, pero no nuevas ni desconocidas para nosotros, los docentes. 

Innumerables apellidos que se nombraron en el bienio 2020/2021 una y otra vez sin encontrar eco, alumnos que no presenciaron ni una clase virtual pero luego han podido alcanzar los contenidos mínimos gracias a la presencia de los ATR en las escuelas quienes en muchos casos, terminaron siendo los que evaluaron a esos alumnos sin considerar el punto de vista de los docentes, con el acuerdo de los Equipos de Conducción y de los Inspectores, para que los números “de lo bien que se hicieron las cosas” sean positivos… 

La disrupción allí fue (y es) para el futuro de esos alumnos que nunca alcanzaron (y no creo que recuperen a corto tiempo) los saberes que necesitan para lograr los conocimientos necesarios e imprescindibles, en este nuevo ciclo lectivo presencial. Sólo pienso en los niños que comenzaron su escolaridad primaria en virtualidad en 2020 y continuaron con las clases por burbujas y en subgrupos en 2021, para estar en tercer grado en 2022. Luego hablamos ofuscadamente de la falta de lectoescritura y de comprensión lectora y de que no logran la resolución de cálculos sencillos. 

Pero de esos saberes que acabo de enumerar la Argentina “habla desde hace décadas” y no se han solucionado nunca las falencias, que pareciera que con el correr de los años se incrementan y se vuelven “la nueva temporada” que dará que hablar en sala de profesores, como si fuera una serie de Netflix… 

La Educación Disruptiva consiste en ROMPER lo establecido para que lo existente MEJORE. 

Entonces, me encuentro con este artículo: Educación disruptiva: cómo es el nuevo modelo de enseñanza que propone Misiones1. Artículo que me ha invitado a pensar en voz alta sobre los planteamientos precedentes. 

¿Pero qué es; de qué se trata; en qué consiste la “Educación disruptiva”? 

Ya he adelantado que pretende romper con lo establecido para mejorar lo existente y propone una serie de consideraciones para abordar la forma de enseñar y aprender. 

➢ Garantizar el acceso de los alumnos al mundo actual como nativos digitales. 

➢ Reforzar las habilidades digitales 

➢ Personalizar el aprendizaje para lograr su máximo potencial. 

➢ Integrar la inteligencia digital 

➢ Impulsar el pensamiento crítico. 

Ahora bien, en el país en donde la voz del docente es acallada, la asistencia se resuelve con trabajos prácticos o con “ir en verano unos días a la escuela”, donde no tenemos mesas y sillas 

en condiciones dentro de las aulas, las infraestructuras edilicias no garantizan los días de clase que propone el calendario escolar, no existe conectividad en las escuelas ni siquiera para los informes administrativos que se deben elevar, etc., etc., etc. ¿Estamos en condiciones de plantearnos una educación disruptiva? 

La Argentina necesita con urgencia replantearse la EDUCACIÓN de una manera SERIA. No digo que sea una utopía la propuesta misionera, digo que hay mucho por hacer para alcanzar “esa educación” que nuestros niños y jóvenes se merecen. Y para ello necesitamos propuestas válidas, consistentes, factibles de ser aplicadas en esta sociedad que no logra entender lo necesario que es hacer cumplir la obligatoriedad que marcan las leyes de educación Nacional 26150 y Provincial 13688. 

https://www.clarin.com/brandstudio/educacion-disruptiva-nuevo-modelo-ensenanza-propone-misiones_0_MZ4njU5ziI.html 

Prof. Elvira Paravani