Este inicio de ciclo fue muy esperado por todos.
En la EP 38 disfrutamos mucho los preparativos para el primer día.
Después de transitar un tiempo tan complejo como extraño, volver a los rituales tan necesarios, como es un acto de inicio, llenó de alegría a toda la comunidad educativa.
Familias, docentes, auxiliares y niños reunidos en nuestro querido patio, en torno a nuestra bandera, compartimos una misma sensación de victoria y plenitud.

Después de la oscuridad y el vacío, la escuela vuelve a estar abierta y habitada; preparada amorosamente para que la enseñanza y el aprendizaje sean una realidad cotidiana.
Sin dudas, el momento más emotivo fue cuando los pequeños de primer año, hicieron su ingreso, acompañados por sus docentes y seguidos por sus familias. Fue el momento de la esperanza fortalecida en el pacto pedagógico renovado.

¡Este va a ser un gran año!

Gracias María por compartirnos la esperanza.