Pensando en la educación artística proponer revisar y replantear juntos, maestro y alumnos, ideas, conceptos tradicionales y experiencias en relación a los diferentes lenguajes artísticos destacando la comunicación entre los mismos.  Brindar la oportunidad sin necesidad de explicarlo, permitirse vivir el proceso de enseñanza y de aprendizaje con entusiasmo, vivenciando lo creativo con sensibilidad, descubriendo y reconociendo las potencialidades creativas de los estudiantes.

¿Cómo deberían ser las escuelas, qué deberían cambiar, a qué tendrían que atreverse…? Las escuelas que sí cambian el mundo y mejoran el bienestar humano, son aquellas que se atreven a cambiar con optimismo y sabiduría para las habilidades de la vida, favoreciendo el pensamiento crítico y creativo, para personalizar la educación, respetando las singularidades y generando oportunidades educativas. Recuperar el poder de narrar historias con pasión, generando preguntas y vocabulario nuevo.

 Como docente, me atrevería a decir que deberíamos amar aprender más que enseñar, acompañar más que dirigir, escuchar más que hacernos oír, compartir más que guardar, colaborar más que competir, preguntarnos más que responder a los demás, respetar más que imponer, y mejorar más que conformarnos.

La emoción, estrechamente vinculada al proceso de enseñanza y de aprendizaje propicia bienestar para lo que se crean las condiciones adecuadas y se ponen en valor las situaciones en el aula que lo facilitan. Estar presente con una escucha activa brindando confianza y acompañamiento a los alumnos. Ser verdaderos observadores como maestros y empatizar tratando de minimizar los obstáculos internos y externos que muchas veces impiden e interfieren en los procesos. Es preciso la organización de los espacios y la documentación pedagógica, que resulta de la observación y análisis de lo que sucede en el aula como espacio de enseñanza y de aprendizaje.

Los invito a seguir pensando juntos la educación que deseamos… ”Hacer presente para tener futuro”.

Lic. Verónica Araceli Lofiego