La necesidad de poder expresarnos libremente sobre nuestras experiencias como docentes, es uno de los motivos que nos llevó a conformar este equipo de trabajo en continua revisión. Esto lo llevamos adelante sin interpretaciones ajenas, sin intermediarios; solo nosotros reflexionando sobre nuestras prácticas en torno a la Educación.
Este fue un motivo que nos inspiró desde el principio a repensar nuestro
trabajo como docentes, a generar espacios de autocrítica y de autoconocimiento, con el propósito de tomar conciencia del importante rol que cumplimos en la sociedad.
Hoy, a varios meses después de aquella primera reunión, podemos hablar sin juzgarnos y animarnos a pensar en estrategias para generar verdaderos cambios en las prácticas inherentes a nuestra profesión, transformaciones que incidan en la manera en que concebimos las condiciones óptimas de gestión y administración de los saberes que requieren los estudiantes actualmente.
 
En este sentido, nos atrevemos a decir que nos proponemos armar un equipo
docente fuerte y cuyo objetivo principal sea llevar adelante la tarea de revalorización y profesionalización de nuestro rol. En el marco de estas ideas nos une el deseo de dar lo mejor de nosotros para que los estudiantes se apropien de herramientas y contenidos educativos que los preparen para desarrollarse como ciudadanos plenos en un mundo cada vez más competitivo.
Todo aquello que una vez nos resultó injusto sobre la percepción que tiene la sociedad sobre la docencia, sobre la mirada que tenemos de nosotros mismos y el posicionamiento que asumimos frente a las instituciones educativas que nos acogen, lo retomamos hoy para reimpulsar, de manera autocrítica y reflexiva, un trabajo en equipo con miras a cambiar esa visión y transformarla en ganancia para todos, centrándonos en los estudiantes y en la posibilidad de revalorizar nuestro rol.
Todos somos docentes, porque todos somos estudiantes.

Alejandrina B.