“Como educadores sólo podemos ser optimistas. Con pesimismo se puede escribir contra la educación, pero el optimismo es necesario para ejercerla. Los pesimistas pueden ser buenos domadores, pero no buenos maestros”.
Fernando Savater

Esta semana, celebramos en nuestro país el “Día del Maestro”, una fecha que nos llama como ciudadanos a reflexionar sobre el valor de la educación y del proceso de enseñanza y aprendizaje en nuestros días en los que sentimos que estamos llamados a responder nuevas interrogantes a millones de niños y adolescentes que se encuentran en formación, inmersos en un mundo cada vez más demandante y vertiginoso.
Cuántas veces como docentes nos preguntamos si estamos preparados para enseñar y aprender de las nuevas generaciones que nos sorprenden con tantos intereses diversos que, en su mayoría, son novedosos para nosotros.
Entonces pienso en esa cita de Savater y pongo en valor el optimismo que como educadores nunca debe faltarnos, pues el acto de educar no sólo es un proyecto de vida para los chicos que aprenden de nosotros, sino un proceso de crecimiento nuestro en el que cada día aprendemos algo nuevo de nuestros alumnos y de su especial manera de leer el mundo.
Reflexiono sobre ello y me doy cuenta de que los maestros somos afortunados de poder sembrar valores y sueños en nuestros estudiantes que les servirán para la vida.
“Todo saber va acompañado de un gran optimismo y de un profundo amor por la vida
Así que hoy no tengo más palabras que felicitarnos a todos los maestros que día a día, aprendemos y enseñamos con la pasión que da el amor por la educación que como una fuente, siempre renace en sí misma.

Con todo mi afecto.

Alejandrina Battaglino
Coordinadora